La termografía eléctrica es una técnica utilizada para identificar y prevenir posibles fallos en los sistemas eléctricos. Mediante el uso de imágenes infrarrojas, esta permite detectar puntos calientes que pueden indicar problemas serios en la instalación eléctrica. Estos son áreas de elevada temperatura comparadas con su entorno y pueden ser indicativos de varios problemas potenciales en un sistema eléctrico.
| Tabla de Contenidos |
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| Incremento de resistividad por malos contactos |
| Sobrecarga en componentes eléctricos |
| Perturbaciones por componentes armónicos |
| Desequilibrio de fases |
Incremento de resistividad por malos contactos
Una de las causas más comunes de los puntos calientes es el incremento de la resistividad en las conexiones eléctricas, que suele ser resultado de malos contactos. Esto puede ocurrir por múltiples razones, como tornillería floja, corrosión o presencia de suciedad en los contactos. Estas deficiencias pueden reducir la efectividad del contacto eléctrico, aumentando la resistencia y, por consiguiente, la temperatura en el punto de conexión. El calor generado por esta resistencia adicional es detectado como un punto caliente durante una inspección de termografía eléctrica.
Sobrecarga en componentes eléctricos
Otra causa importante de los puntos calientes es la sobrecarga de los componentes eléctricos. Cuando los componentes eléctricos, como cables y transformadores, operan por encima de su capacidad nominal, tienden a calentarse. La termografía eléctrica puede identificar estas áreas donde la carga excede los límites seguros, permitiendo así tomar medidas correctivas antes de que el componente falle o cause un incendio.
Perturbaciones por componentes armónicos
Cuando hablamos de “perturbaciones debido a componentes armónicos en el sistema eléctrico”, nos referimos a ciertas distorsiones que pueden ocurrir en la red eléctrica. Imagina que la electricidad en tu casa debería fluir en una forma de onda suave y consistente, como una onda sinusoidal perfecta, que es el ideal para sistemas eléctricos. Sin embargo, algunos aparatos que conectamos a la red no funcionan de manera lineal y alteran esta forma de onda suave.
Estos aparatos, como grandes motores eléctricos, transformadores saturados, ciertos tipos de convertidores electrónicos y equipos que generan arcos eléctricos, crean “armónicos”. Los armónicos son básicamente ondas adicionales que se superponen a la onda principal y pueden distorsionarla. Esta distorsión no es algo deseable porque puede causar varios problemas en el sistema eléctrico.
Por ejemplo, los armónicos pueden hacer que los cables y otros componentes eléctricos se calienten más de lo normal. Esto puede acelerar el envejecimiento y el desgaste de estos componentes, reduciendo su vida útil y eficiencia. En el caso de los cables neutros en sistemas desequilibrados, los armónicos pueden acumularse y generar un calor excesivo, a veces haciéndolos aparecer más calientes que los cables activos durante una inspección termográfica (un método que usa cámaras especiales para ver el calor).
Los armónicos en el neutro, conocidos como “triplen”, son particularmente problemáticos porque pueden sumarse y alcanzar niveles de intensidad comparables a los de las fases activas, aumentando aún más el riesgo de sobrecalentamiento y otros problemas eléctricos. Por eso es crucial identificar estos armónicos para asegurar el funcionamiento seguro y eficiente de todo el sistema eléctrico.
Desequilibrio de fases
El desequilibrio de fases es otro factor que puede conducir a la formación de puntos calientes en sistemas eléctricos. Este problema ocurre cuando las corrientes en las fases de un sistema trifásico no son iguales, lo que puede provocar un aumento en el calor generado y, en consecuencia, puntos calientes. Este fenómeno es común en sistemas donde las cargas no están distribuidas uniformemente entre las tres fases.
La detección de puntos calientes en sistemas eléctricos es necesaria para prevenir fallas y garantizar la seguridad. La termografía eléctrica identifica problemas como malos contactos, sobrecargas, armónicos y desequilibrio de fases que podrían comprometer la integridad del sistema. Para una inspección y mantenimiento efectivos que mitiguen estos riesgos, considera a STM.